La Teoría del Diseño Inteligente dice que “las causas inteligentes son necesarias para explicar la compleja información de las ricas estructuras de la biología y que estas causas son empíricamente detectables.” Ciertas características biológicas desafían la explicación Darwiniana de “coincidencias fortuitas”. Ellas parecen haber sido diseñadas.
Puesto que el diseño lógicamente necesita de un diseñador inteligente, la aparición del diseño es citado como evidencia para la existencia de un Diseñador.
Hay tres argumentos primarios en la Teoría del Diseño Inteligente:
- (1) complejidad irreducible,
- (2) complejidad específica, y
- (3) el principio antrópico.
En este documental se explica como la complejidad de la vida es imposible de explicar sin la pre-existencia de moleculas complejas como el ADN donde esta la información para la construcción de proteínas complejas. Una demostración totalmente empírica de la IMPOSIBILIDAD de la APARICION fortuita argumentada en la evolución. En este caso el ADN contiene EL DISEÑO o el PATRON para la contrucción de la VIDA. Esta información es una información INTELIGENTE que necesariamente REQUIERE DE UN DISEÑO … y de UN DISEÑADOR.
Cuando estudie la teoría del DISEÑO INTELIGENTE me parecía estar admirando la sonrisa de Santo Tomás de Aquino… aun recuerdo aquel exámen de filosofía donde tuve que desarrollar la quinta vía del conocimiento de DIOS en la asignatura de TEODICEA.
Aquí quiero dar las gracias a mis profesores del instituto de Teología de Santo Tomas de Manila, por aquella época situado en ALCOBENDAS.
Quinta vía
Finalidad: observamos que seres inorgánicos actúan con un fin; pero al carecer de conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas las cosas naturales dirigiéndolas a su fin . Y ese ser inteligente es Dios.La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, ya éste llamamos Dios.
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